martes, 31 de mayo de 2011

El retorno



Después de varios meses de inactividad taxial, mañana retorno a las calles y supongo que también al blog con nuevas anécdotas, porque en este trabajo otra cosa no, pero por anécdotas que no quede. Mientras tanto un poco de música.


lunes, 9 de mayo de 2011

Diario de una taxista, no hay recado que se me resista.

Si piensan que ser taxista es solamente trasladar personas en el taxi de un lugar a otro están muy, pero que muy equivocados.

A veces los clientes también llaman para hacer recados, estos pueden ser de lo más variado e inverosímil que uno se pueda imaginar. Desde comprar una bombona de butano a llevarle unos pasteles de carne y unos palos catalanes, también pedirte siete rosas rojas un domingo a las 21 horas (matizando el cliente “cueste lo que cueste”) o mandarte a comprar unos arbolitos de nada para plantarlos en el jardín (moreras).

Pero el último encargo tiene guasa, digo plumas, jaja. El encargo consistía en comprar siete canarios machos de un año de edad para criar, así como otros accesorios; jaulas, nidos, comederos, bebederos y pelo para nido.

Allá que va una (que no distingue un canario de un gorrión y mucho menos si es macho o hembra, jaja), se arma de valor y se va al lugar indicado por el cliente que previamente me había advertido que los quería bonicos de colores y buenos.¡Toma ya!

Llego al lugar, y nada mas entrar, a mi derecha una boa constrictor en su terrario me mira mal, pero que muy mal,jaja, llega a darme la impresión de que el pájaro soy yo y no ha desayunado. Aguardo paciente a que me atiendan, el dependiente, que acababa de abrir, no se estresa no, termina de barrer la sala mientras las gallinas, los hámster, los conejos y demás bichos vivientes se remueven inquietos ante mi presencia. Mi cabeza da vueltas, ¡que hago yo aquí señor! Cuando por fin el dependiente me atiende y procede a darme las explicaciones pertinentes y a ofrecerme otros animalicos, le digo;

-Ya se lo digo yo a “menganito”

- Ah, ¿y tu quien eres?

- ¡La taxista!