miércoles, 2 de junio de 2010

Monólogo

En estos tiempos que corren no queda más remedio que agudizar el ingenio, y como los taxistas últimamente tenemos tiempo libre, pues me he puesto a ello. No sé si será factible o no, pero os cuento mi proyecto. Que duda cabe de que los coches de hoy van muy equipados, y mi taxi ni os cuento. Pero aún así se puede perfeccionar.

Estoy pensando en inventar un pack de seguridad adicional cuando los clientes son hombres y la que conduce una mujer. No os creáis que esto es así porque así, antes he realizado un estudio de mercado. Sin ir mas lejos esta tarde observaba a tres del género masculino, a el señor del asiento del acompañante le faltaban objetos a los que agarrarse. De ahí ha surgido mi idea. El “artefacto” en cuestión, sería algo parecido a lo que te ponen en las atracciones de feria, además del obligatorio cinturón de seguridad no estaría de mas un hierro que le rodeara igualmente y donde poder agarrarse cuando te toca una mujer taxista.

Pero aquí no acaba todo, te haces la carrera con el pánico y la inseguridad reflejada en la cara de los clientes, y encima de todo cuando llegas te dicen;

- “Gracias, nos ha traído usted muy bien”

Hay que joderse!!! Y tanto, ¿se pensarán que no me quiero?. Si les hubiera llevado mal, no lo estaría contando. Luego dicen que si el feminismo, que si el machismo, pero es increíble. Esta tarde lo comentaba con una compañera y no me pasa solo a mí. Las mujeres cogen el taxi y cuando te ven suspiran aliviadas;

-¡Que bien, una mujer!

Y los hombres se montan y se les cambia el gesto. Bueno hay de todo, pero de los otros grupos ya me encargaré otro día. Y ya lo último, comento esto con Paqui, me dice que le ocurre lo mismo y salta mi compañero Jose Antonio, muy serio él.

-Pues yo no entiendo por qué se asustan, ¡y eso que no te conocen!, jajá.

Así está el patio, mejor dicho, EL TABLÓN,jaja