viernes, 31 de diciembre de 2010

FELIZ 2011

Hoy salí a trabajar muy temprano. Nunca pensé que una ciudad me pudiese inspirar sensaciones diferentes al desasosiego y el estrés que me provocan el bullicio y las aglomeraciones. Pero hoy contemplé una imagen muy diferente, una ciudad dormida, sin gente, sin coches y donde el silencio apenas se rompía por los camiones de limpieza que daban los últimos coletazos en aceras desiertas y jardines dormidos.

Me inspiraba paz esa calma silenciosa, la tenue oscuridad del amanecer provocada por farolas, que como si de una reverencia se tratase, se iban apagando poco antes de que saliera el sol. Todo un espectáculo de bienvenida al día que comienza y ¿por qué no? al año venidero.

Se me ocurre que yo también limpiaré hoy los resquicios del día anterior. Apagaré las luces artificiales de la noche que fue el pasado y dejaré entrar la luz del día para que se refleje en los seres que amo y jamás olvide que están ahí y que son ellos los que dan sentido y luz a mi vida.


"Si nada nos salva de la muerte, al menos que el amor nos salve de la vida."

Pablo Neruda


Con estas bellas palabras de Neruda y una de mis canciones favoritas, os deseo que el año que comienza esté plagado de paz, amor y sueños por cumplir.


martes, 21 de diciembre de 2010

FELIZ NAVIDAD







Y recuerda, en estas fiestas, si bebes no conduzcas, que ya lo hacemos nosotras.

jueves, 16 de diciembre de 2010

Ahora cuando puedas, atajas si eso.



Yo pensaba que el colmo de una taxista era perderse, cosa que al principio de dedicarme a esto se convirtió casi en una costumbre, (que todo hay que decirlo). Pero hoy he descubierto que no, que ese no es el colmo, el colmo es que te pierdan los clientes,jaja.

16.45 h. Estación de Renfe, llega el tren procedente de Madrid, se sube un cliente y me indica que le lleve al hotel IBI. Un recorrido de lo mas sencillo, tanto, que hasta yo se hacerlo,jaja. Por prudencia, le pregunto si prefiere por autovía o por el centro. Me responde que por autovía, sin lugar a dudas.

Me relajo y emprendo el camino, me salgo en la salida correspondiente y de pronto me dice;

- por aquí a la derecha.

A mi, que se me pega un poco la suela al pedal y que encima iba relajada, me pilla de improvisto y no me da tiempo a reaccionar.

-Perdone, no me ha dado tiempo, pensé que prefería el recorrido habitual.

Me quedo toda"pillá", pensando por donde pretendía el buen señor llegar al hotel si me hubiera dado tiempo a reaccionar y a esto que me vuelve a indicar otro atajo.

Sonrío satisfecha, y le digo;

De acuerdo, yo no sé ir por ahí pero si usted me indica no hay ningún problema.

Si, si, (me dice todo seguro de sí mismo). Antes de llegar a la gasolinera se gira a la derecha y salimos justo al hotel.

Yo albergo serias dudas, pero el cliente manda y yo obedezco. El resultado es una vuelta turístico-festiva por detrás de la gasolinera para volver a salir al mismo lugar. Pues estamos bien (pienso yo,pero me abstengo de pronunciarlo).

-Ahora por aquí

-Yo por ahí, (un carril sin salida).

-Ahora por aquí (¡vamos!, vuelta a empezar)

-¿Ve?, ya estamos en el hotel

De acuerdo, son 7.15. Deme 7 euros y en paz por pasarme la primera indicación que me ha hecho.

No, tome 8 por hacerme caso, aunque haya sido para dar mas vueltas.

Jaja, ¡Pa habernos matao, que decía la abuela!


miércoles, 15 de diciembre de 2010

A falta de pan, buenas son tortas

Pues eso, que a falta de trabajo, nos dedicamos a dar una cálida bienvenida a artistas de la talla de Juanito Navarro, que creo forma parte de nuestras vidas. Y de David Bustamante, que alegra nuestros oídos, por cierto, muy simpático.

Es lo que tiene el aburrimiento,jaja.






lunes, 13 de diciembre de 2010

Intermitencias


Intermitencias

La vida está plagada de ellas, yo misma aparezco y desaparezco del blog, del trabajo... Al tiempo vuelvo, y como ayer, las cosas siguen igual. La vida misma me parece un conjunto de intermitencias que contienen a otras como si de una matrioska se tratase.

El trabajo de taxista es una continua intermitencia en el hastío de las paradas, cada ocasión en que te alquilan se produce una intermitencia, unas veces agradable, otras menos. A veces intermitencias llenas de silencio incómodo, de ansiedad por llegar pronto a ver a los amigos, a la cita con el médico..Todas son iguales, tienen en común la prisa. Todas son diferentes, tanto como cada persona que sube al taxi.

Y entre tanta intermitencia un factor común, el conductor del taxi, silencioso espectador de la vida de los demás, sus carreras, sus prisas, sus agobios.

Ayer el noventa por ciento de las intermitencias tuvieron como punto de destino el tanatorio y uno se pregunta, ¿para eso corremos tanto?



lunes, 6 de diciembre de 2010

¿Existe el gris?


El día y la noche. La luz y la oscuridad. El ruido y el silencio. La calma y la tempestad. La felicidad y la tristeza. El blanco y el negro. Toda una serie de antítesis que forman parte de lo cotidiano. Pero ¿Y el gris? ¿Existe el gris?

Es una pregunta que suelen hacerme mucho, sobre todo gente que me quiere y se preocupa por mi. Y por mas que lo medito, por mas que me esfuerzo en ello. Definitivamente, el gris no existe en mi vida. De ahí que me gusten tanto las personas sinceras que no adornan la realidad. Las que son capaces de decir lo que piensan y sienten y asumir después las consecuencias. En el terreno personal el gris se ha convertido en símbolo de hipocresía y cobardía.

Creo que siempre ha sido así , que forma parte de mi persona, es solo que nunca me había parado a pensarlo.. Y en estas andaba yo, recordando que hace tres años que esta teoría mía pasó a cobrar mucha fuerza cuando, en apenas unas horas, comprobé que se puede pasar de la felicidad mas absoluta a la mas profunda pena. De estar en el paraíso rodeada de gente que quieres a horas mas tarde llorar la pérdida de un ser querido. Del blanco al negro en un solo día, así que para evitar el gris, dejé de divagar, guardé mi destartalada libreta que lo mismo me sirve para apuntes de inglés que para cualquier ocurrencia mientras estoy en las paradas, y me puse manos a la obra con el último libro que me había regalado esta semana.

"El tiempo mientras tanto" de Carmen Amoraga


Se puede decir que es todo un recorrido por la gama de grises que esconden nuestras vidas. Lo he terminado en apenas dos días y volveré a leerlo. Os lo recomiendo, sobre todo a esas personas que viven una vida ilusoria disfrazada de colores llamativos pero que en el fondo no deja de ser gris. Tan gris como las bolsas de basura en las que nos deshacemos de los despojos de vida cada noche.

''El pasado es un prólogo.'' (William Shakespeare)