lunes, 29 de noviembre de 2010

Tu tírale!!!

Esta es una ruta que hice hace tiempo con mi hermana Amparo y mis hijos. Ahora la recordábamos y caí en que tenía esta crónica escrita. ¿Era un preludio de mis pérdidas (o rutas turístico-festivas) con el taxi?

Que pases un feliz día de tu cumpleaños y te dedico esta entrada. Un besazo



Tú tírale!!

El por qué de este título lo sabréis enseguida, mi post bien podría llamarse “El día”, como complemento al que mi hermano me dedicó y tituló “la tarde”. También podría llamarse Vías Verdes 3, pero como dicen que el primer pensamiento es el que vale.. pues “¡tu tírale!”.

Esta mañana, tras una de esas malas noches en que el insomnio no te da tregua, he decidido que si no podía disfrutar de los bellos paisajes de nuestra sierra cubierta de nieve, tampoco me apetecía quedarme en casa. Total que me he puesto a sopesar las posibilidades y me he decidido por la Sierra de Ricote, dentro de la Región de Murcia.

Tras buscar información y encontrar una bastante convincente en esta página
http://www.carm.es/siga/senderos/, me he inclinado por el Sendero del Collado de la Madera, la excursión prometía. Así que toda ilusionada y tranquila porque incluso tenía un mapa impreso del terreno, he preparado las mochilas, despertado a los niños, a mi hermana y me he dispuesto a salir cuando Pedro me ha preguntado, ¿pero sabes llegar a Ricote?. Tras titubear unos instantes, él se ha puesto a darme las explicaciones oportunas pero mi hermana, muy ilusionada y dispuesta ella, ha dicho; tranquila que yo si se ir.

Cogemos la autovía y tras dejarla en la salida de Archena que nos dirige al Valle de Ricote, comienzo a preguntarle a mi hermana ¿ahora por donde? Tú tírale, continuo recto y al llegar a un punto en que había que tomar obligatoriamente a la derecha o a la izquierda, vuelvo a preguntarle y me vuelve a contestar; tú tírale. Le digo; Amparo que Pedro me ha dicho que aquí es para la derecha, ella muy segura de si misma; que no; tú tírale que es para la izquierda.

Total que continuo y ninguna indicación hacia Ricote, ¿Amparo? Tu tírale..jaja. Amparo para mí que nos estamos acercando a Mula, que no; tu tírale. Ya segura de que había hecho más de los doce km que al dejar la autovía indicaba Ricote, detengo el coche en una población llamada Yéchar y le pregunto a unos hombres por la C.F. de Cuesta Alta, punto de inicio de nuestra excursión. El hombre muy amable me da la explicación. Solo tenía que seguir el camino y adentrarme en la montaña. Bien!!, por fin!!

El camino cada vez era mas de cabras, y mi hermana “tu tírale”, total que ya opto por aparcar y continuar andando. Tras una hora y media por fin llegamos a la que supongo era dicha Casa Forestal, porque para ser sincera sigo sin saber donde he estado. A partir de ahí comienza un bonito sendero y de pronto escucho a mi hermana; ¡me has engañao! Es cuesta arriba!!!,jaja. Tras dudar por unos instantes, le digo; no sabía que las montañas se subieran cuesta abajo. Ante tal panorama; “cuesta arriba”, hemos disfrutado de un bello y aromático paisaje sin ningún afán por llegar mas lejos de lo que la hora nos permitiese.

Ya de vuelta y cuesta abajo, mi hermana bromeaba, y entre bromas nos hemos despistado y no encontrábamos el coche. Cuando por fin hemos llegado, con las posaderas ya en él y la exclamación al unísono de “que a gusto” ,hemos hecho honor a la célebre frase “ya que estamos aquí” y hemos decidido acercarnos a un castillo que habíamos divisado antes de adentrarnos en la sierra.

Esto no ha terminado todavía, conforme nos acercábamos, por fin hemos averiguado donde estábamos. ¡En Mula!, si señor, con dos coj.. Hemos rememorado nuestra célebre Vía Verde (crónica que ya escribí en mi otro blog) y llegado a la conclusión de que todos los caminos nos conducen a Mula. .Ahora lo pienso y cuando por la mañana pregunté señor por la C.F., se dijo a si mismo “eso está en la Sierra de Ricote”, yo me pregunto ¿donde lexe habré estado!!!!?

En fin, esto es lo que ha dado de sí el día, no se que distancia hemos recorrido, hemos estado andando desde las 12 hasta las 16.30, tampoco se muy bien hasta donde hemos llegado y donde hemos estado y luego a luego ya no se ni quien soy, pero reírnos nos hemos reído un rato. Os dejo el video de recuerdo, espero que os guste.

sábado, 27 de noviembre de 2010

Feliz y lluvioso fin de semana a todos

¿Conocéis a alguien que compre las entradas para un concierto que se va a celebrar el 30 de junio, en diciembre?. Esa soy yo, y os aseguro que mereció la pena. Este finde me recuerda mucho a ese sábado que fui a comprarlas y me ha dado por acordarme de este tema.


Que tengáis un buen finde


domingo, 21 de noviembre de 2010

Un viaje cualquiera



Emprendo el viaje, éste me lleva del reino de la lluvia al reino del sol en apenas instantes. El arco iris me espera, ha decidido acompañarme, sabe que no me gustan los días grises y se muestra solícito a adornar el trayecto con sus colores. De nuevo me adentro en la oscuridad, en la fina lluvia que no cesa. Y me hago la misma pregunta que mi hijo pequeño me hacía hace unos días.

¿Se puede tocar el arco iris?

Físicamente no, desde luego, pero sentirlo tan cerca en un paisaje tan gris, ¿acaso no es una forma de tocarlo?


La conversación con mi clienta es bastante amena, de libros principalmente, pero ni eso consigue sacarme del ensimismamiento que me produce la desierta carretera a merced de los fenómenos naturales. El viaje se ha hecho corto, eso me dice ella, y así es. Podría seguir conduciendo hasta llegar al arco iris y adentrarme en sus luces.

Ya de regreso comienza a atardecer, es una suerte que no haya tráfico, pues la vista que el retrovisor me devuelve, me hace viajar a tiempos lejanos de mi niñez, donde no existen preocupaciones que enturbien la percepción de lo que nos rodea. Paradójico volver al presente viajando en el pasado. El retrovisor me muestra una imagen tan idílica que puedo percibir el olor del humo y el crepitar del fuego en las chimeneas de las dispersas y solitarias casas de campo.

Así, soñando despierta, llego a la parada justo para contemplar como una preciosa luna llena es engullida por una enorme nube negra que apaga todas las luces de la noche dejándola sumida en la mas absoluta oscuridad.

Mientras tanto, abajo, las luces verdes de los taxis libres se mezclan con las farolas de la estación de tren. El ir y venir de pasajeros arrastrando maletas con ruedas chirriantes se confunde con las animadas conversaciones de los taxistas que aguardan su turno.

¿Te quedas o te vas?

Me quedo (se me había olvidado parar el coche)

Fin del viaje.




sábado, 13 de noviembre de 2010

Como decíamos ayer.. que decía Fray Luís de León.



Si ustedes van por la calle tranquilamente y ven circular un taxi con una pizza sobresaliendo por la ventanilla del acompañante. ¿Qué pensarían?

(Que es mi taxi, seguro. Porque determinadas cosas solo me ocurren a mí).

¿Que circulo de urgencia y no tenía a la mano un pañuelo blanco? Nooo

¿Que el cliente trata de que se le enfríe la pizza mientras le llevo a casa? Nooo

Lo cierto es que por circunstancias, a veces todos hemos tenido que entrar a comprar algo de comer a lugares que no frecuentamos. Pues bien, a mi cliente, al que saludo desde aquí y le doy las gracias por lo que nos reímos, no se le ocurrió otra cosa que comprar una pizza en un lugar de comida árabe. Ya pueden hacerse una idea del aroma que “aquello” desprendía. Y como “a grandes males, grandes remedios”, pues ¡hala!, pizza fuera del coche, por mas que le insistí no hubo manera de que la metiera dentro.

Esta anécdota creía yo que era de lo mas rarico que me había ocurrido últimamente, pero estaba equivocada.




Ayer me encontré con dos abuelos que estaban más perdidos que yo, (y mira que eso es difícil). Yo ya sabía que la cosa no iba a ir bien, pero fue peor. Les llevo a casa y me dice el abuelo que tiene que subir y bajar dinero para abonarme el trayecto, le digo que no se preocupe, la abuela decide quedarse conmigo en el coche, a la media hora mas o menos ya las dos estábamos nerviosas y veo al abuelo por el retrovisor, (respiro aliviada), por fin.

Pero no era el fin, solo era el comienzo.

-Perdone señorita, que no puedo abrir la puerta de casa

-No se preocupe ya me pagará otro día

-Ya, pero es que no puede dejarnos aquí, se lo pido por favor, suba e inténtelo

-Aparco el coche, subo con ellos, llegamos a la segunda planta y pregunto

-¿la puerta A o la B?

- La abuela, la B, el abuelo, la A, se miran

-El abuelo, la B, la abuela, la A

- Yo,(Dios mío, ayúdame)

Intento abrir con la llave que me da, ni de broma,

¿pero como no va a poder abrir usted?

(Respiro hondo), vamos a ver , ¿están seguros de que viven aquí?

¡Claro! (indignados)

Bueno, mire usted a ver si lleva otro llavero.

No, es este.

La abuela angustiada ¿y ahora que hacemos? ¿Cómo nos vamos a quedar aquí solos?

Yo, mas angustiada que la abuela. ¿Tienen el número de tl de algún hijo y les llamo?

No

¿La dirección y les llevo?

No, llámenos a un cerrajero.

Madremia, (vuelvo a respirar), no se pongan nerviosos, mire en el bolso que seguro que lleva el número de tl de algún familiar. El abuelo saca una pequeña agenda, pasa hojas y pasa hojas, le pido permiso, déjeme yo lo busco. Lo miro (grito de desesperación en mi interior), (no puede estar pasando) esto es la medicación.

Se abre el ascensor y se hace la luz,

-Perdone, ¿conoce usted a estos señores?

-Si, son mis vecinos.

-Es que no pueden entrar en casa

-Claro que no, es que es la mía

A todo esto los abuelos me miran ¿lo ves? Si te hemos dicho que era la A.

Estoy a punto de llorar, la vecina me mira, yo la miro, me pregunta ¿y tu quien eres?, yo la taxista. Jaja.

Los abuelos; muchas gracias has sido muy amable y paciente. Entran en casa a coger dinero y miro a la vecina que intenta tranquilizarme; ya ha pasado todo.

Si, pero si tardas en venir te desmontamos la cerradura,jaja.

El abuelo sale con un billete de cincuenta euros, le digo que tengo el cambio en el coche que tengo que bajar,

-nosotros también bajamos

-de acuerdo, pero coja las llaves por lo que mas quiera.

Bajo rápida, cojo mi cambio de billetes y el abuelo me mira y me tiende la mano,

Yo le miro, (casi suplicante y con voz de “ya no puedo mas”, con esa calma que precede a la tormenta), este es mi cambio (tipo ET "mi teléfono")

El abuelo con cara amenazante; ya, devuélvame

Yo con cara de no puede ser verdad; pero es que es mi dinero

Lo sé, estoy esperando que me lo de

Pero si no me ha pagado, mírese en el bolsillo..

Una sonrisa de oreja a oreja, ¡anda! Si es verdad

Socorroooooooo

Aunque le he dado un toque de humor, lo cierto es que lo pasé fatal, me produjo mucha lástima la situación en la que se encontraban los dos y al mismo tiempo mucha ternura que no se soltaran de la mano. A ellos les dedico este tema de la película basada en el último libro que he leído de García Márquez